La pasada Pascua, varios grupos de nuestro centro juvenil se retiraron a un ambiente de oración. Para que todos los frutos de esta no se queden escondidos, algunos de los participantes han decidido compartir parte de su experiencia.

Pascua de nivel 1
La pascua, unos días en los que poder vivir la experiencia cristiana al límite. Soy de esos que creen en Dios y en Jesús, pero que siempre le surgen muchas dudas acerca de los asuntos de fe, pero a través de la Pascua de Arévalo he podido descubrir las soluciones a las respuestas de mis preguntas, siendo algunas de ellas el hecho de que debía creer. Se que muchos que me escucháis esto os sonara a las palabras de un loco soñador, pero son ellos los que a veces nos hacen ver el mundo en su esplendor.
Querría acabar con que la Pascua ha supuesto para mí un nuevo rumbo, una nueva dirección, y una renovación de la fe que solo entenderéis cuando la viváis, un cordial saludo y un abrazo a todas las personas que cada año celebran estas grandes fiestas.

Pascua de nivel 2
Lo que más me ha gustado de la Pascua es que llevas todo lo que pasó a tu vida. Y se vive de una manera diferente porque además de darle sentido me lo he pasado bien y he conocido los puntos de vista de otra gente de mi edad. A mí  me ha ayudado a ver algunas situaciones de otra forma y recordarme qué es lo que merece la pena. La verdad es que he vuelto con más ilusión y alegría.
Para mí, la Pascua que he podido compartir este año con otras personas es de gran valor, pues durante estos días me ha resultado más fácil ver la entrega que Cristo hizo (y aún hace hoy) por todos; en momentos como los que viví con los demás jóvenes y no tan jóvenes, me he vuelto  a dar cuenta de que Jesús puede estar, siempre que le dejemos, en cada una de nuestras vidas. La Pascua ha sido, por tanto en mi vida, un momento de reconciliación con Dios y reforzamiento de mi fe.

Pascua en el Camino de Santiago
La pascua haciendo el camino de Santiago ha sido para mí, un tiempo de desintoxicación de los tumultos de Madrid y sus rutinas, el cual aprovecho para disfrutar y renovar mi relación con Dios, ver el sufrimiento y sacrificio que Padre y Hijo hacen por nosotros, y como a pesar de todo su dolor nos siguen amando y perdonándonos una y otra vez. Para mí la pascua es refrescar mi fe.

Para mi vivir la pascua haciendo el camino de Santiago ha sido distinta, de haber estado dos años en pascuas y de repente un año hacer algo distinto cambia tu forma de ver a Jesús. Esta pascua me ha enseñado que en muchas ocasiones pensamos que estamos un poco solos de que no mucha gente cree en dios pero es en estas cosas cuando te fijas bien y observas que hay mucha gente que siente lo que tu sientes. Pero más a lo personal para mí la pascua ha sido un respiro y una bocanada de aire fresco y de fuerzas para luchar más por mis creencias y dárselo a conocer a los demás.

Pascua de nivel 3
No hay que tener miedo a las experiencias nuevas, siempre lo he dicho y siempre lo diré, algo nuevo a veces es incluso necesario en lo personal y en la fe. Pararse a pensar y estar en silencio en ocasiones te llena más que todo el ruido consumido en la ciudad, la Pascua es vivir la experiencia de Jesús la cual gracias a él, ahora mismo estamos donde estamos, es una experiencia única y que me lleno la pasada semana gracias al Centro Juvenil.
Ha sido un redescubrimiento de la Pascua. Ir al lado de Jesus en estos momentos, sintiéndome identificada con aquellos que estuvieron conÉl, revisando mi vida con ellos. Me llevo el preguntarme si sería capaz de lavar a aquellos que me rodean y especialmente con el viernes, sentir como sería la vida sinJesús, esa soledad y darme cuenta de que Él da sentido a mi vida, contemplar la confianza de María a pesar del dolor y saber que hay esperanza. Con esta esperanza y la alegria de que resucito y recordar aquellas veces que ha resucitado en mi vida. Tambien ha sido una experiencia compartida en la que he tenido la suerte de compartir con personas que me han acercado al Padre y de las que doy gracias