El pasado sábado a las 9 de la mañana salía de la plataforma un autobús hasta arriba de gente somnolienta y con ganas de pasarlo en grande. Una hora más tarde ya estábamos en Soto haciendo el mono (y el cerdo, el pato, el perro, el gato y la gallina) para descubrir nuestro grupo de convi. Estuvimos toda la mañana consiguiendo nuestros tetrominós del tetris para darnos cuenta de que en este centro juvenil todos encajamos aunque seamos distintos.

Por la tarde estuvimos buscando los colores del tetris por todo el parque hasta que se nos vino la noche encima y nos tuvimos que volver al colegio. Allí hicimos la entrega de las pulseras de nivel de una forma muy especial.

Después de cenar jugamos al Furor en el gimnasio, Lobos contra Peppa Pig (esto me pasa por dejaros elegir los nombres de los equipos) cantamos, gritamos, bailamos… pero sobre todo nos picamos. Al final todo quedó en un sospechoso empate. Concluimos la noche con una animada fiesta (sólo apta para los que no estaban muertos de sueño a esas horas)

Tras haber superado una noche de ronquidos y risitas (chicas de A1, va por vosotras) tuvimos una eucaristía muy especial, que aunque se nos pasara volando, duró 3 horas. Nos dió tiempo a reflexionar por grupos las partes de la eucaristía para así poder vivirla más auténticamente.

Después de comer recogimos, limpiamos todo (que no se diga que los de Atocha no somos limpios) y nos volvimos pa Madrid  cada uno a su casa y, como es de bien, dios a la de todos.

Aquí podeis ver todas las fotos de la convi, ¡disfrutadlas!